lunes, 26 de mayo de 2014

CUALIDADES DEL LÍDER INSPIRADOR





Hay maestros que inspiran a sus estudiantes. ¿No le ha pasado alguna vez? Después de escuchar una clase de un maestro inspirador, el educando se contagia de su vehemencia y tiene deseos de investigar, leer, conocer, discutir y comentar. Ha sembrado en el alma del estudiante la semilla de la curiosidad por el conocimiento.

El maestro inspirador no solo imparte conocimiento y experiencia, contagia pasión, entusiasmo, amor por lo que hace. Inspirar es compartir, es infundir en el otro un genuino interés por aprender.

Algo similar ocurre en las empresas e instituciones. Hay jefes que planifican, organizan y ordenan que se haga el trabajo; sin embargo, hay otros que inspiran. La diferencia entre uno y otro, es que los primeros tienen subordinados, mientras que los segundos tienen seguidores.

Es fundamental que todos esperemos que nuestro trabajo sea remunerado, por algo nos ganamos la vida, pero también es importante la autorrealización y el reconocimiento. El líder inspirador apunta por instinto a ambos aspectos de las personas. 

No desliga nunca al trabajador de la persona y siempre está dispuesto al reconocimiento sincero, nunca se guarda los elogios. Tiene una desmedida orientación al logro, es decir, trabaja con pasión para que se cumplan las metas y objetivos. No subestima ningún trabajo, todas las labores y funciones tienen valor.

En tal sentido, es fundamental que el líder inspirador pueda establecer un clima laboral donde prevalezca la confianza, el optimismo, la iniciativa, el comportamiento responsable y la resiliencia, entre otros factores.

Los grandes líderes trabajan sobre sus fortalezas y no sobre sus debilidades. Esto no quiere decir que sea un ser perfecto y que carezca de flaquezas; por el contrario, es un ser humano como tantos, pero se ha concentrado en sus fortalezas.

El líder inspirador, valga la redundancia, inspira; es decir, introduce energía positiva a sus colaboradores para motivarlos a la acción, a realizar sus tareas con el regocijo que implica alcanzar los logros.

Este tipo de liderazgo promueve una auténtica sintonía emocional con los colaboradores; en otras palabras, dejar el ego a un lado para “escuchar” y “mirar” genuinamente al otro, a fin de marchar juntos hacia una misma dirección.

Si bien hay algunos líderes inspiradores que han nacido con dichas cualidades, es posible alcanzar estas condiciones mediante un desarrollo constante de los componentes básicos de la inteligencia emocional. El entrenamiento requiere mucha perseverancia, tenacidad y autodisciplina.

Según el diccionario de la RAE, inspirar es: Infundir o hacer nacer en el ánimo o la mente afectos, ideas, designios, etcétera. Inspirar es, pues, el punto de partida para caminar juntos en una misma dirección.



Fuente: http://manuelgross.bligoo.com/20131205-como-ser-un-lider-inspirador-20-condiciones-atributos-y-comportamientos