jueves, 27 de febrero de 2014

Desarrollando nuestras tareas clave en el día a día laboral




En estos tiempos en que tanto se habla del trabajo por resultados, de la productividad laboral y de la medición del rendimiento del personal, identificar cuáles son nuestras tareas clave es básico para incrementar nuestro rendimiento profesional.

¿No les ha pasado que terminan el día exhaustos, enfocados en tareas mínimas que los agotan y distraen de sus labores principales? ¿No tienen la impresión de remar y no avanzar? La triste consecuencia es que cuando se presentan los resultados mensuales, semestrales o anuales, las metas no se han cumplido cabalmente y nuestra imagen profesional se deteriora ante nuestros superiores.

Berto Pena, autor del artículo 5 claves para mimar tus tareas clave, publicado en la web ThinkWasabi – Productividad para humanos*, afirma que las tareas clave deben ser “el corazón y la columna vertebral” en el día a día laboral. Por ello hay que cuidarlas, protegerlas y mimarlas como si “se tratara de un bebé”.

Al respecto, el autor propone cinco detalles o pasos para el desarrollo de nuestras tareas clave:

  •  Identifícalas.- Es importante saber diferenciar las tareas importantes de las que no lo son. Ellas son el corazón de tu quehacer laboral. Sepáralas del resto y dedícate a ellas con empeño.

  •  Prepáralas.- No se trata únicamente de sentarnos frente al computador y empezar a hacer. Es necesario contar con toda la información necesaria previamente recabada, de tal manera que no perdamos tiempo buscando algo que nos falta.

  • Divídelas.- Las tareas se descomponen en partes y se va avanzando fase por fase. La distribución facilita el avance.

  •  Aíslate.- Es importante liberarse de las distracciones propias y ajenas. La trilogía Atención + Concentración + Intensidad son la base del proceso que nos hemos propuesto alcanzar.

  • Termínalas.- No tiene ninguna gracias emprender las tareas con gran entusiasmo y dejarlas a la mitad, es como abandonar una carrera faltando 30 metros para llegar a la meta, todo el esfuerzo desplegado habrá sido en vano. El objetivo es concluirlas, solo así se pueden verificar y medir. Lo que no se culmina queda flotando en el espacio de lo inacabado.


¿Cuán responsables somos de nuestras distracciones? ¿Cuán dispersos estamos en el día a día? ¿Cuántas ventanas tenemos abiertas en el computador, que no precisamente atañen a lo que estamos desempeñando? Pongamos en práctica lo que nos propone este simpático pero ilustrativo artículo. Es momento de concentrarnos y avanzar en el desarrollo de nuestras principales tareas. 



*Fuente: http://thinkwasabi.com/2014/02/5-claves-para-mimar-tus-tareas-clave/

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